Texto publicado originalmente no site Tomajazz, em Abril de 2005.
Craig Taborn
“Junk Magic”
(Thirsty Ear, 2004)
El catálogo “Blue Series” del sello Thirsty Ear, de cuya dirección se encarga el pianista Matthew Shipp, promueve algunos de los proyectos más interesantes de la vanguardia del jazz inconformista de la actualidad. Siempre explorando nuevos rumbos, este sello no se cansa de presentar proyectos innovadores que son, al mismo tiempo, siempre interesantes y agradables. Ejemplos de ello son las grabaciones de los renacidos Spring Heel Jack (con invitados), del gigante William Parker, del propio Matthew Shipp (a su nombre, liderando la Blue Series Continuum o en colaboración con Antipop Consortium), quienes, entre otros, ya han presentado resultados excelentes. Una de las más recientes ediciones del catálogo es la grabación de una sesión liderada por el pianista Craig Taborn. “Junk Magic” es el resultado de un gran proyecto de Taborn en el que cuenta con la colaboración de Aaron Stewart (saxo tenor), Mat Maneri (viola) y David King, miembro The Bad Plus (batería).
Como es obvio, de otro modo no estaríamos hablando de Thirsty Ear, la música de este disco no cae en los convencionalismos. Pese a que este es su tercer disco como líder y su segundo trabajo para este sello, es la primera vez que Taborn aborda directamente la electrónica. Este es fundamentalmente un proyecto personal en el que Craig Taborn traza un mapa con sus ideas precisas y controla por completo su ejecución: compone los temas, toca el piano y los teclados y se encarga de las programaciones y de la posproducción electrónica. Aunque Taborn controle meticulosamente el proceso de creación, también abre espacios para la improvisación de sus acompañantes. Stewart, Maneri y King son cruciales en el desarrollo de los temas y determinantes para la originalidad de este disco.
Presentando un resultado diferente a las otras experiencias válidas anteriores (Matthew Shipp, por ejemplo), la música de “Junk Magic” es de una enorme frescura. A través de una fusión natural, garantiza un acercamiento saludable y logrado entre el jazz (en su vertiente free/improv) y las estéticas electrónicas actuales (IDM, ambient, clicks’n’cuts, etc). En unos proyectos que se proponen realizar un determinado tipo de fusión entre géneros diferentes es común sentir dónde termina un género y comienza otro. Curiosamente, en esta grabación rara vez tenemos esta sensación, ya que el intercambio de sonidos es transformado en una masa orgánica unificada. Con una naturalidad inhabitual, Craig Taborn consigue dos objetivos simultáneos: crear una música innovadora (interesante) y al mismo tiempo atractiva (sabrosa). El futuro promete cosas buenas.